miércoles, 25 de marzo de 2015

Entrevista a Fèlix Rossy: "Cuando cojo la trompeta siento que vuelo"

Fèlix Rossy, con tan solo veinte años cumplidos, puede presumir de haber compartido escenario con músicos como Chris Cheek, Mark Turner, Brad Mehldau, Rj Miller, Marco Mezquida, Albert Sanz, Mike Kanan, Jordi Rossy (que como sabréis es su padre)… a parte de liderar proyectos desde hace bastantes años y de formar parte de conjuntos como The Wild Bunch o The North Atlantic Jazz Connection.
 
La madurez al instrumento de Fèlix Rossy es algo más que evidente cuando asistes a uno de sus conciertos. Te olvidas de que es “el hijo de” a los dos segundos: el dato se convierte en anécdota y en evidencia al mismo tiempo. Fèlix es un apasionado de su instrumento, de la música, del arte… y es algo que desprende a raudales tanto en una conversación como en una actuación. Con muchísimo tiempo por delante para formalizar muchos proyectos que seguramente tenga en mente, está en un momento dulce donde enlaza múltiples actuaciones en diferentes formaciones y todas ellas de evidente calidad.
 
Junto con el pianista Albert Sanz, acaba de publicar el disco Dolphin’s Blues (Autoedición, 2014) editado únicamente (de momento) en vinilo y formato digital, por lo que es la excusa perfecta para hablar con el trompetista.
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Jesús Mateu: Coges la trompeta, colocas los labios en la boquilla y ¿qué sucede?

Fèlix Rossy: Cuando cojo la trompeta siento que vuelo, que puedo imaginar cualquier cosa. Todo es posible en la no materia. Me refiero a la imaginación… o al viento... Esto es un alivio en las limitaciones de vivir en un cuerpo físico. Digamos que me alimenta el alma y no existen barreras cuando estoy tocando.

Jesús Mateu: Dolphin’s Blues, disco grabado en directo a dúo con el pianista Albert Sanz, se ha financiado a través de una campaña de micro mecenazgo. Aunque es una pregunta demasiado evidente, creo que es importante saber la opinión de los artistas en relación a esta forma de financiación.

Fèlix Rossy: Creo que es una opción correcta ya que los artistas en general, en este país, se les trata muy degeneradamente. Sin respeto. Necesitamos el apoyo de nuestros amigos y seguidores para financiar nuestros proyectos, y si por internet, se puede hacer, ¿porqué no probarlo?, además hemos vendido bastantes vinilos de esta manera…

Albert Sanz-Felix Rossy_Dolphin's_Blues_autoedidion_2014

Jesús Mateu: Es evidente que vosotros, los músicos de jazz o músicas improvisadas, cuando acabáis un concierto, sois conscientes de que lo que ha podido escuchar el público no se va a repetir en la vida. ¿Puede que la grabación de este disco sea consecuencia de querer inmortalizar al menos uno de estos momentos?

Fèlix Rossy: Sí, intentamos captar los momentos que son irrepetibles o mágicos, que no pertenezcan a nuestro repertorio de ideas preestablecidas, que sea algo que podamos escuchar repetidas veces sin cansarnos y descubrir diferentes emociones al profundizar en estas improvisaciones...

Jesús Mateu: Entonces podríamos decir que eres uno de los que escuchan sus propias grabaciones. No son pocos los músicos que una vez publicados sus proyectos no los vuelven a escuchar centrándose únicamente en el presente y por consiguiente, en el futuro. ¿Es necesario escucharse a uno mismo? ¿Qué lectura se puede extraer?

Fèlix Rossy: Cuando estoy escuchándome, me doy cuenta de cosas tanto personales como de grupo que me llaman la atención y que son muy interesantes. Son aspectos tanto a mejorar como formidables que uno no percibe mientras desata la acción, y poderlo escuchar es un gran aprendizaje, me gusta escucharme, especialmente cuando hace tiempo que no lo hago y encuentro un momento de soledad.

Jesús Mateu: En una entrevista el baterista vasco Hasier Oleaga decía “el día que deje de estudiar y cultivarme, habré caducado como músico”. Imagino que en este caso, se refería a la formación académica, o puede que no. De todas formas esto me sirve a modo de introducción para preguntarte. ¿Qué opinión tienes en relación al estudio académico de un instrumento? ¿Hay esta necesidad vital de seguir estudiándolo hasta el retiro musical?

Fèlix Rossy: Creo que la academia en general está bien, pero yo nunca he estudiado en una por varias razones: Se toca poco en grupo, muchos de los alumnos salen graduados sin dirección o ambición, otros tocando igual que sus profesores, con falta de seguridad en ellos. También depende mucho del profesor claro... si es un buen profesor, no importa tanto si es una clase particular o académica, de todas maneras, siempre me decanto por la práctica y el aprendizaje por uno mismo que recibiendo clases. Lo ideal es combinar las dos pero que las clases sean divertidas y se descubran nuevas posibilidades para reforzar la creatividad del alumno.

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Jesús Mateu: Pudimos disfrutar en Mallorca de una actuación a dúo con el pianista Toni Vaquer. Al menos yo percibí una energía especial entre vosotros. En Tomajazz hicimos una crónica del concierto con mis sensaciones. ¿Cuáles fueron tus sensaciones?

Fèlix Rossy: Se parecen bastante a las tuyas, de hecho me vi muy identificado con tu crónica. Había mucho compañerismo entre nosotros dos. Toni Vaquer es un pianista excepcional, súper curioso, siempre intentando salir de la zona de confort pero también con gran relajación en muchos momentos, con trepidante ritmo en otros. Es muy ameno tocar a su lado, siempre da lo mejor de sí mismo, como yo, o al menos eso intentamos, y muchas veces lo conseguimos, además, utilizamos el sonido para hablar. Con el sonido podemos saber lo que siente el otro. Incluso con palabras escondidas en las notas, podría decirse comunicación emocional, o incluso visual a través del sonido.

Jesús Mateu: Precisamente en aquella crónica explicaba que imaginaba la educación musical que recibiste en tu infancia. Seguidamente hacía una reflexión en relación a lo importante (o no) de tener desde pequeños una buena educación cultural (y por lo tanto musical). ¿Cómo influyó la educación que recibiste en tu manera de entender y de vivir la música actualmente?

Fèlix Rossy: Mi educación musical fue a través, sobre todo, de la receptividad. Escuchar mucha música, educar el oído, memorizar muchas canciones populares, infantiles, incluso de otros estilos como clásico, rock o funk. Aprender de otras ramas del arte como la pintura y aprender a tocar con emoción. Transmitiendo un mensaje oculto o visible según como… más directo o más escondido, una educación muy intuitiva, con clases particulares y de tocar en grupo que es lo que más me gusta hoy en día y lo sigo haciendo, además de componer y tocar otros instrumentos…

Jesús Mateu: Por lo que me puedo imaginar, después de hablar contigo hace unos meses y de alguna respuesta en esta entrevista, eres un devorador incansable de música. ¿Le dedicas mucho tiempo al arte (cada vez más olvidado) de escuchar música? ¿En qué medida, toda esta música, influye en tus composiciones originales y en tu manera de tocar?

Fèlix Rossy: Escuchar música es esencial, o al menos escucharla en tu cabeza, pero me gusta mucho escuchar diversas influencias y también de otros instrumentos o estilos, es como probar diferentes comidas si eres cocinero, ¡es básico!

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Jesús Mateu: ¿Qué conjuntos, grupos o solistas, sean de jazz o de otros estilos musicales, se encuentran en tus referentes? Es decir, me refiero a aquellos que han podido influir en tu música aunque no tengan nada que ver con ella. Aquellos que cuando escuchas, crean un escalofrío especial.

Fèlix Rossy: Stevie Wonder, Bach, Jaco Pastorius, Wayne Shorter, McCoy Tyner, Jimmy Hendrix, John Lennon, Joni Mitchell...

Jesús Mateu: En relación a los standards de jazz, en tu visita a Mallorca me explicabas que aunque te encanta interpretarlos, puede que de manera muy libre o puede que de manera más “leída” (disfrutando por igual según el momento), también te interesa dar tu visión personal de temas que no tienen nada que ver con el jazz.

Fèlix Rossy: Claro, yo busco un viaje a lo desconocido… lleno de intriga… sorpresas… y para eso necesito espacio para crear melodías nuevas y que mi compañero esté listo para despegar, pero también me gusta tocar cosas simples pero con profundidad y precisión.

Jesús Mateu: Cualquier persona que haya podido disfrutar de uno de tus conciertos, habrá podido ver que una de tus marcas de la casa es la colocación de la trompeta hacia abajo, dependiendo la inclinación según el momento y aunque ya me lo explicaste personalmente en una ocasión, creo que es interesante para la gente el porqué de esta decisión.

Fèlix Rossy: Empecé a tocar la trompeta con siete años y como me pesaba, tocaba hacia abajo. Entonces me habitué, y tiene sus ventajas, el sonido es más cálido y te rebota, así te escuchas mejor si no llevas micro. Pero es importante poder tocar en más de una posición, estoy trabajando para poder estar cómodo tocando hacia abajo o mirando recto.

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Jesús Mateu: Mirando en youtube, he encontrado un video el que improvisas con un saxofón. Dos preguntas. La primera ya la tenía en mente antes de ver el video ¿La trompeta fue tu primera elección? Y la segunda es evidente ¿Estás tocando algún otro instrumento con algún proyecto a la vista?

Fèlix Rossy: Sí, la trompeta fue mi primera elección, mi padre tenía una que tocaba cuando era más joven así que yo la resucite de alguna manera.

Actualmente estoy estudiando piano, bajo eléctrico y saxo, también canto un poco pero todo está poniéndose en marcha... espero poder tocar a buen nivel estos instrumentos en poco tiempo...

Jesús Mateu: Han pasado cuatro años desde aquel “Introducing Fèlix Rossy” ¿Qué ha cambiado en Fèlix Rossy durante este periodo?

Fèlix Rossy: Han cambiado muchas cosas, para empezar mi musicalidad se ha ampliado así como mi control del instrumento, creatividad, ritmo, expresividad. Personalmente he crecido mucho desde entonces. Todas las experiencias de mi vida se plasman en mi música de alguna manera, algo que es inexplicable con palabras. Me gusta que el oyente lo pueda descubrir por sí mismo sin necesidad de explicarle lo que ha pasado...

Jesús Mateu: ¿En qué formaciones te mueves actualmente y que proyectos de futuro tienes entre manos?

Fèlix Rossy: Ahora he organizado una gira en febrero con mi quinteto. Será en España y el grupo es asombroso, tengo muchísimas ganas, once conciertos sin pausa. Los miembros del grupo son Ofri Nehemya (batería) Ben Solomon (saxofón) Pedro Campos (contrabajo) y Davis Whitfield (piano), todos ellos muy jóvenes, alrededor de los veinte años. También tengo el proyecto de dúo con Albert Sanz y también con Marco Mezquida, que son dos pianistas de lujo, de lo mejorcito del país sin duda. Lo demás son colaboraciones con gran variedad de grupos entre ellos Iago Fernández sexteto o Ofri Nehemya cuarteto...

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Jesús Mateu: A parte de estos proyectos y de la gira que nos comentas, ¿Tienes alguna grabación prevista de manera inminente?

Fèlix Rossy: Quiero grabar un disco a mi nombre para el próximo año y trabajare para que se pueda concretar pronto.

Jesús Mateu: Da la impresión de que en Barcelona hay una escena de música jazz muy potente. Con muchísimos nombres y con infinidad de conciertos todos los días del año. Yo mismo lo pude experimentar en un viaje hace unos meses. Pero mi pregunta es sobre las condiciones en que vosotros, los músicos, estáis realizando estos conciertos. ¿Se puede vivir del jazz en Barcelona? ¿Existen las condiciones laborales idóneas para trabajar de músico, así como existen en según qué gremios?

Fèlix Rossy: Hoy en día vivir de conciertos en Barcelona no se puede a no ser que seas súper conocido y viajes a otros países. En mi caso, en diciembre me voy a París a tocar tres conciertos y estoy pensando en la posibilidad de ir a vivir allí el año que viene... Barcelona es dura porque no hay ayudas del gobierno ni a los jóvenes ni a los clubs, así que seguramente iré el año que viene a otro sitio donde se valore más la cultura.

Jesús Mateu: Ya que hablas de las inexistentes ayudas del gobierno y viendo como está el panorama político actual, con esperanzas de romper de una vez por todas el bipartidismo. ¿Hay esperanza para que haya un cambio radical en el tratamiento y valoración del arte y de la cultura en este país?

Fèlix Rossy: La esperanza no se tiene que perder, seguro que mejorará algún día la situación y espero que sea pronto, sino todos los artistas se irán a fuera para poder ser dignamente valorados y vivir como se merecen...

Creo que en un par de años el país estará mejor. Espero que haya algún relevo político que ayude al cambio y la gente se haga más activa en este aspecto, que haya más unidad y compromiso individual y colectivo…

Jesús Mateu: Muchas gracias por conceder esta entrevista a Tomajazz. Deseamos que tengas una buena gira tanto en París como en España. Quedamos a la espera del disco que nos comentas. Si quieres añadir algo espacio en blanco para ti

Fèlix Rossy: Pues quiero agradecerte el trabajo ¡espero que nos veamos pronto en algún concierto!

Entrevista escrita para la revista digital Tomajazz Enlace: Entrevista en Tomajazz


Texto  © Jesús Mateu Rosselló, 2014
Fotos © José Luis Luna Rocafort, 2014

miércoles, 18 de marzo de 2015

Arizona Baby, No Room, Island Cavall + Exposición Diego Ingold (Sala Luna. Fiesta Gran Maraca Club. 13.03.2015)


Arizona Baby
No Room
Island Cavall
+ Exposición Diego Ingold

Especial Gran Fiesta Molta Barra 7 años

Lugar: Sala Luna fiesta Gran Maraca Club
Fecha: Viernes 13 de marzo de 2015. 23:00


Descubrí a los Arizona Baby allá por el año 2009 buceando en la web de Subterfuge Records. Fue un encuentro de placer, sin duda, pero no es hasta que los vuelvo a escuchar en el año 2011 en el programa radiofónico Carne Cruda (presentando su proyecto paralelo Dos Bandas y un Destino que posteriormente pasaría a denominarse Corizonas, es decir, Arizona Baby + Los Coronas) cuando decido comprar su segundo álbum Second To None (Subterfuge Records, 2009) edición en vinilo. En mi opinión, el trío confeccionó lo que se podría denominar como “disco redondo”. Todos los temas podían ser single perfectamente. Rock, country y folk se entremezclaban en medio de mucha potencia con tan solo dos guitarras y una batería. Pero el enamoramiento duró poco. Una vez bien alimentado de esta segunda referencia llegó el “hasta  otra” ¿La causa? Mi frenética y obsesiva manía de querer abarcar demasiado (sabiendo perfectamente que no es lo suyo) posteriormente publicarían el EP The Truth, The Whole Truth and Nothing but The Truth (Subterfuge Records, 2012) y el pasado año su último y flamante disco Secred Fires (Subterfuge Records, 2014)

Me dispongo, en solitario, como tantas otras veces, a clavarme los prácticamente cincuenta quilómetros que me separan de Palma. Aunque está vez, tengo el placer de encontrarme con el amigo José Luis Luna que se encarga de las fotografías de esta crónica. Aunque es bastante imperdonable, es la primera vez que asisto a un concierto organizado por el  Gran Maraca Club (antes Jarana Club), local que desde que abrió en el año 2011 ha albergado multitud de conciertos con artistas de lo más interesantes. Algunos ejemplos: Pony Bravo, Lost Fills, Za!, Guadalupe Plata, Ceremoney… efectivamente, apuesta clara por los músicos tanto locales como de la península. Y es que hay que hacer un paréntesis para hablar de la escena palmesana. En mi opinión, que puede ser equivocada, diría que goza de muy buena salud al menos en lo que a proyectos y espacios se refiere. Por una parte tenemos desde hace muchos años la sala Es Gremi (antes denominada Sala Assaig), el mencionado Maraca Club, la sala Sabotage, el Cultura Club, Sa Possessió… cada fin de semana hay mucho donde elegir. El problema, para la gente que vive lejos de Palma, es la distancia y la gran escasez de proyectos fuera de ciutat

Esta noche, dentro del Especial Fiesta Molta Barra 7 años, actúan Island Cavall, No Room y Arizona Baby. Entre actuaciones, los DJ’s El Papa Negro, Conejo Manso y Niño Caracol seleccionan música para la fiesta, además de la exposición “Gente Muerta Sin Piel” del polifacético Diego Ingold.


Island Cavall, grupo que entra en última instancia en el cartel substituyendo a Monster Ones (baja por motivos personales) realiza un concierto realmente inteligente en su planteamiento. Con la difícil papeleta de ser el primer grupo de la noche, cargando con la frialdad inicial, tema tras tema captan la atención del público con su particular proyecto que camina entre el folk experimental y el rock con pinceladas de western. Buena capacidad para crear ambiente y envolver al público. Un acierto el uso de la distorsión en la voz del cantante y guitarrista que dota al conjunto de una sonoridad especial además de ser realmente curioso por lo visual, utilizan un híbrido entre micro y teléfono. Aunque tenía muchas ganas de ver a los Monster Ones, creo que el estilo de los Island Cavall tal vez sea más lógico (o adecuado) en el día de hoy


El inicio del concierto de No Room, con su cantante y guitarrista Nacho Valestrini en solitario, en cierta manera me recuerda a nuestro Luis Alberto Segura (L.A.) en sus apariciones acústicas. Puede que sea una influencia en su música. De todas maneras, el global del proyecto No Room está alejado de lo que es L.A. Se podría decir que su música contiene algunas características de la música indie, aunque también desprende buenos momentos de pop-rock, incluso hay algo de folk. A destacar la luminosidad que desprenden los temas. El conjunto demuestra muy buena compenetración y además, añade instrumentos como el violín y el banjo ofreciendo más riqueza de matices. Buen proyecto que espero que tenga continuidad. Puede gustar más o menos el estilo que practican, pero no se les puede reprochar la calidad musical, la energía que desprenden así como la rotundidad de los temas.


A las 02:30 de la mañana (aproximadamente), suben al escenario los tres integrantes de Arizona Baby. Y el concierto ofrecido por los vallisoletanos es lo que uno se espera. Tal vez incluso multiplicado. A través de su carismático cantante y guitarrista Javier Vielba, que ejerce nunca más bien dicho de predicador, van desgranando canciones que hacen las delicias del numeroso público “acercaos para que nuestros fluidos se mezclen”. Por cierto, hay un pequeño incidente poco después de empezar el concierto, Vielba rompe una cuerda de la guitarra que arregla rapidísimamente mientras el resto de la formación improvisa un “interludio” para la ocasión. Siempre es especial un momento que para el grupo puede ser inoportuno. Sigue el concierto y aunque servidor está terriblemente cansado por circunstancias evidentes como la hora y por otras personales, el disfrute es máxime por la desenfrenada avalancha de rock, folk, country, blues, western…. que recibo y que me producen felicidad y movilidad constante en mi cuerpo. De principio a fin, la energía que el grupo transmite, da fuerzas a los asistentes para que sus cuerpos ejerciten pequeños espasmos en sus articulaciones. En sus cuellos. Prácticamente una hora y media de excelente concierto. El hecho de que el trío se baste para encandilar al público únicamente con dos guitarras acústicas, una batería y la voz del predicador se sitúa entre anecdótico y reflexivo. Tanto con tan poco. 



No quiero acabar la crónica sin comentar la exposición de Diego Ingold. Da la casualidad de que hace unos meses, visité por primera vez la sala Sabotage para ver a The Last Dandies y en aquella ocasión ya pude disfrutar de otra magnífica exposición del autor. Para esta ocasión, presenta Gente muerta sin piel. “Hipotecado” se podía leer en algunas de la obras. Y claro, podéis imaginar que la cara de un hipotecado no es precisamente alegre. Nuevamente fuerte crítica al sistema a través de la representación de la figura humana que se somete a las reglas. Autor muy recomendable que, además de artista plástico, es actor de teatro en el también, iba a decir recomendable, pero diré imprescindible Trampa Teatre.

Me despido con una de las últimas frases de Javier Vielba de Arizona Baby al final del concierto. Decía algo así como “Recordad, somos humanos, que no os conviertan en Robots”
 
Texto: © Jesús Mateu Rosselló, 2015
Fotos: © Jose Luís Luna Rocafort, 2015

viernes, 13 de marzo de 2015

Moisés P. Sánchez: Soliloquio (Autoedición, 2014)


"Reflexión en voz alta y a solas”

El pianista, arreglista y compositor Moisés P. Sánchez, después de sus tres primeros discos como líder [Adam The Carpenter (Autoedición, 2008), Dedication (Universal/Magna Records, 2010) y Ritual (Autoedición, 2012)], se lanza a la publicación de su primer disco a piano solo: Soliloquio (Autoedición, 2014).

Se trata de una declamación subjetiva y de valor psicológico ya que permite acceder al interior del sujeto en cuestión”

Imagino que para un pianista afrontar un primer disco a piano solo es una mezcla entre prueba, excavación, búsqueda, exposición (todo, en uno mismo) y finalmente, descanso. Además, al menos en esta ocasión, sin presión foránea (al ser autoedición) y haciendo absolutamente lo que el propio interior reclama. Los sesenta y seis minutos de Soliloquio pasan por muchísimos escenarios. Uno puede sentirse dentro de una película de terror antigua en “Un ligero despertar” puede escuchar reminiscencias flamencas en “Beatrice” o puede estremecerse ante la delicada “La casa en el mar”. Moisés P. Sánchez se enfrenta a él mismo. Sufre. Se observa y reflexiona. Escupe notas con rabia. Es delicado y busca la belleza en su interior (y la encuentra). En todo el disco hay una clara apuesta por la melodía, tanto escrita como improvisada. Además, Si a todo esto le sumamos la digitación pulcra sin escisiones del pianista, confirmamos que estamos ante un proyecto de mucho calibre. Aunque este último aspecto no es nunca definitivo (técnica sin alma es nada). En esta ocasión, es la conjunción perfecta.

“El soliloquio puede encubrir un diálogo que la persona mantiene consigo misma”

Hay un aspecto a destacar que me parece muy acertado. No sé si es algo premeditado, pero al finalizar cada tema, hay entre cinco y diez segundos de silencio antes de que empiece el siguiente tema. Y estos segundos de completo silencio hay que aprovecharlos. Se puede reflexionar, se puede descansar, al igual que uno se puede preparar para afrontar otro trozo de vida hecha música. Como decía Ramon Prats en la entrevista que le hicimos hace unos meses:  

“El silencio en la música en general siempre es importante, sin silencio no hay música. Si la música es expirar, el silencio es inspirar” 

Reseña escrita para la revista digital Tomajazz Enlace: Reseña en Tomajazz


Moisés P. Sánchez: Soliloquio

Moisés P. Sánchez (piano)

“El vals de Bardo”, “Un ligero despertar”, “Un gran futuro a tus espaldas”, “Beatrice”, “H42-”, “Un instante en Nueva York”, “Pequeño gran héroe”, “La casa en el mar”, “Suite para Bela” y “Un pasado por delante”

Todos los temas compuestos y producidos por Moisés P. Sánchez

Grabado, mezclado y masterizado por Stefano Amerio. Artesuono Recording Studios – Cavalicco (Udine, Italia)

jueves, 5 de marzo de 2015

Banda Sonora: Mort en Vida (Tots Sants - de l'àlbum Màxima Audiència, 1993)

(Banda Sonora. Secció per donar a conèixer les cançons que consider formen part de la meva vida o senzillament aquelles que em produeixen una sensació especial)

Tots Sants: Mort en vida (de l'àlbum Màxima Audiència, 1993)

Si estic parlant de banda sonora de la meva vida, no pot faltar un grup que per a molts de manacorins es totalment imprescindible. Ens toca la fibra si pensem en el que va passar, i en el meu cas, tot i que no coneixia personalment a cap dels integrants del grup, sentia els Tots Sants ben endins. Grup que durant els anys noranta va revolucionar l'escena mallorquina. En aquell moment, el rock català estava en plena efervescència. damunt una cresta. però hi havia un problema segons la meva opinió (que pot ser motiu d’agressió per molts) hi havia una falta greu de personalitat (musicalment parlant). clar, hi havia excepcions, però escoltar uns quants grups era una repetició continua. Llavors, els Tots Sants es van desmarcar completament fent una música i unes lletres molt més agressives. amb més substància, criticant fins i tot el missatge que la majoria de grups de rock català enaltien, escolteu si no "No tocarem" del seu segon disc.

 
L'any 1997 o 1998, més o manco, els vaig escoltar per primera vegada. jo tenia uns tretze anys. Em varen impactar. Els vaig escoltar en infinitat d'ocasions. Crec recordar que era l'any 1999 o 2000 quant els vaig veure fent de teloners de un grup que es va fer famós únicament per un anunci de televisió. Efectivament els Undrop. (Si algun integrant del grup llegeix aquestes línies, em pot confirmar aquesta informació? viu a la meva memòria, però no he trobat ni una sola pista de si era així, de si era aquell any... tal vegada he distorssionat la realitat) El concert dels Undrop? parlant clar i de manera crua: una puta merda, el concert de Tots Sants?, la meva memòria recorda potencia, actitud, rebeldia (i mala llet).... 

M'estic enrotllant en una secció que només presenta una cançó. deix per un article sencer parlar del darrer concert que varen fer els Tots Sants, l'any 2011 a Muro. Afortunadament hi vaig assistir. I per jo, i no estic exagerant, va ser un dels millors concerts que he pogut gaudir. (algú te el vídeo que es va gravar aquell dia?) desafortunadament en Xavier Ramis va decidir llevar-se la vida molt poc temps després... una gran pèrdua. 

La cançó que forma part d'aquesta llista (banda sonora) que poc a poc estic confeccionant es "Mort en vida" del disc Màxima Audiència (Picap, 1993) En el seu moment la vaig escoltar unes vint mil vegades, aquesta i tot el disc realment. Però quant arribava "Mort en vida" clar, els calfreds. L'emoció. La lletra parla del pas de l’adolescència a la maduresa. De les il·lusions, les ganes d’engrescar projectes, les crestes y les margalides que guaiten, la bella tendresa de la no preocupació...però  tot això s’espenya. Se suposa que hem de cobrar seny. Però en realitat, el que passa es que ens convertim en subjectes que poc a poc, si no anam alerta, podem perdre la personalitat ("mos robotitzam"). Les ganes de crear del no res pel simple fet d'explorar. Resulta curiós que jo, que en aquell moment estava en plena adolescència, escoltés de manera assídua la cancó. Realment es ara quant em puc sentir identificat. Ara se suposa que he de fomentar aquest seny, i en part es així, però hi ha una part de mi que segueix inquieta i faré el possible per conservar-la. "I ara que ho vec. No m'ho crec! T'has canviat sa camia!"

© Jesús Mateu Rosselló, 2015

 
Enllaç: Mort en vida