El guitarrista portugués Luis Lopes lanza su segundo trabajo discográfico como líder del Lisbon Berlin Trío, es decir, Robert Landfermann al contrabajo, Christian Lillinger a la batería y el propio Luis Lopes a la guitarra
The Line (Clean Feed, 2014) es un disco bruto y agresivo. Desde la portada se avisa que lo que contiene el disco, para nada pretende ser del agrado de todo el mundo. Un trabajo oscuro. Penetrante. Que a más de uno le puede parecer una locura sin sustancia. OK, toda opinión puede respetarse. Pero no la compartiría. El trío, bajo la batuta del guitarrista, juega limpio (aunque parezca una contradicción). No hay desfachatez ni impostura. Los seis cortes del disco son puros. Con gran fuerza poética. Con gran dramatismo y radicalismo. Muy en consonancia con la actitud y musicalidad del punk. Uno puede perderse y encontrar. O encontrarse y perder la cordura. El disco puede que sea un ejercicio en el que se pone a prueba al que se quiera someter, de igual forma funcionaría a la inversa. Seis únicos temas en los que el trío nos sumerge en su lúgubre ambiente a través de “Dark Suite (Prologue)”. Minutos en los que poco a poco nos dejamos llevar por el grave sonido del contrabajo, que realmente nos retrotrae a una especie de submundo en el que, aunque es algo cercano a lo terrorífico, uno se siente a gusto. “Vértigo” cambia el tempo. El nombre del tema es bien significativo. El tema empieza con melodía obsesiva hasta entrar de lleno en una improvisación de Luis Lopes sobre un ritmo endiablado y esquizofrénico de batería. “Mother Snake” es una absoluta locura de doce minutos en los que la libre improvisación actúa como tal. Tres ejemplos (de los seis) de lo que nos encontramos en el global del disco. Hay que descubrir el cincuenta por ciento restante.
La madre serpiente muerde. Nos muerde. Tal vez nos pone a prueba. No es fácil llegar a la concentración necesaria para poder disfrutar en tal torrente de notas agresivamente ejecutadas. Hay que buscar el momento adecuado. Si no se encuentra, mejor olvidarlo. En mi caso personal, entro. Sufro. Me obsesiono. Salgo por momentos cuando hay necesidad de aire. Pero me conozco y vuelvo. Lo necesito.
Reseña escrita para la revista digital Tomajazz Enlace: Reseña en Tomajazz
© Jesús Mateu Rosselló, 2015
Músicos: Luis Lopes (guitarra) Robert Landfermann (contrabajo) y Christian Lillinger (batería)
Composiciones: “Dark Suite (Prologue)”, “Vertigo”, “Mother Snake”, “Dark Suite (Epilogue)”, “The Line” y “Schwarzwald”
Todas las composiciones por Luis Lopes (excepto “Mother Snake” y “Schwarzwald” por Lisbon Berlin Trio)
Grabado día 25 de mayo de 2014 por Wolfgang Statch en Maarweg Studios. Editado y publicado por Clean Feed
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