Caminan
Siguen a la gran masa aunque nadie sabe cuál es el destino. Caminan.
Todos con buena cara. Escondiendo el sufrimiento. El cansancio. Caminan y cada
vez el desnivel es más pronunciado. Algunos tropiezan. Nadie les ayuda.
Él camina y se pregunta por qué están en aquella situación. Donde
demonios se dirigen. Porqué y quién es el responsable. Pregunta y todos
arremeten su disparatada osadía. Otros siguen tropezando. Algunos pasan por
encima pudiendo esquivar. Incluso alguno pisotea con rabia y alevosía
destrozando cuerpos. Enfurruñado cambia el sentido caminando a contracorriente
hasta llegar a los que tropezaron. A punto de ayudar, empieza a ser pisoteado.
Las fuerzas menguan en poco tiempo. Las heridas provocadas le causan la muerte
al tercer día. Aunque podrían haber sanado, prefirió la muerte al remedio
propuesto.
Mientras, caminan.
© Jesús Mateu Rosselló,
2014
Vivir contracorriente a expensas de burlas desfachatadas y engordando el ego asesinando inútiles costumbres heredadas... Mejor ser estriper de barra que caballito de carrusel.
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