Avantbrass. Filum Terminale
“Un Vector indica el sentido. No se trata
de alcanzar un objetivo conocido o idealizado. Cuando un artista encuentra el
sentido de su obra lo sigue ad infinitum y desarrolla su obra por sí mismo, así
nunca se agota”
Palabras que definen la Serie Vector del
sello suicida Clamshell Records. (Efectivamente, ese oasis dentro del jazz
ortodoxo) Avantbrass, como no puede ser de otra manera, encaja perfectamente
con esta definición. Tanto el conjunto como el sello huyen del jazz estancado.
De la idealización de un estilo que no es estilo. No sé que es el Jazz
exactamente, pero estoy convencido que si no está en constante renovación,
buscando siempre la libertad sin acomodación, No es Jazz.
Leo en la Web de Clamshell Records que el proyecto
Avantbrass es un homenaje al trompetista Lester Bowie, concretamente a su
proyecto Brass Fantasy. Para hacer un poco de memoria o bien para aprender algo
nuevo (mi caso) el Sr. Bowie formó parte del Art Ensemble of Chicago.
Conjunto (en un principio: trompeta, contrabajo, batería y saxo) estadounidense
en donde sus integrantes daban rienda suelta a la más absoluta libre
improvisación, empezando su actividad a mediados de los 60. Por lo que leo, son
considerados la cuna del Free Jazz.
Ya en la década de los 80, formó la Brass
Fantasy (Octeto de vientos + un baterista). Era algo así como
hacer algo parecido al Art Ensemble of Chicago pero con una Brass Band (Brass
Band significa banda de metales, normalmente están acompañadas por un instrumento
de percusión) A partir de aquí, posibles interesados, a buscar más información.
La primera palabra que me viene después de escuchar
Filum Terminale es diversión. Me da la impresión que las sesiones de grabación
debieron suceder dentro de un ambiente relajado y agradable. Y yo, como
escuchador de música, percibo la energía positiva. El proyecto es una mezcla de
la pura composición de melodías (cercanas al primer jazz de New Orleans), con
signos de libre improvisación e incluso puñetazos de Noise (Este se manifiesta
sobretodo en el tema “el torrent del murris” en el que hay
grandes dosis de intensidad y salvajismo, pero sin perder el hilo conductor del
tema. Incluso se pueden oír unas risas socarronas que se transmiten a través de
uno de los instrumentos de viento) Me parece muy interesante el diálogo que
crean entre los instrumentos de viento. Más que nunca casi oigo palabras
(incluso lamentos) entre diferentes momentos de fraseos.
Un amigo, después de un concierto de Metal Machine
Trío, me definió muy acertadamente lo que acabábamos de presenciar. Me dijo: Si
la música transcurre entre dos líneas imaginarias, lo de hoy ha transcurrido
fuera de estas líneas. En cierta manera lo quiero aplicar a este disco pero
haciendo una mezcla de las dos, es decir, en los momentos de composición, la
música transcurre entre estas líneas. Pero cuando la cosa se desmadra, hay una
especie de deconstrucción de la melodía. Por lo tanto la música salta las
líneas imaginarias y vuela libre por el vasto espacio que hay fuera de ellas,
hasta que ella misma, por su propia voluntad, y si lo encuentra conveniente,
vuelve a su origen.
La duración del álbum me parece perfecta. 41 minutos
que a mí me pasan volando. Escucho el disco seguido sin problemas y cuando
acaba tengo ganas de volver a ponerlo. No diría que es un disco difícil de
escuchar (odio esta manera de definirlo, pero no me queda otra… creo) todo lo
contrario. Si que me pasa algo en dos temas. ¡Me quedo con ganas de más! me da
la impresión que determinado tema podría haber durado más, lo digo porque me da
la sensación de que me quedo a medias. Tal vez en otro momento la duración me
parezca perfecta. Ya se sabe que lo que uno percibe en un periodo determinado
de tiempo, puede deshacerse en el futuro y pensar lo contrario.
“Rosó” último tema del disco me parece perfecto para
despedir. Con una melodía que efectivamente suena a despedida, algo así como “Una
pena despedirnos después de todo este tiempo juntos…” pero la cosa va in
crescendo, hasta que se arma la bella locura. Esta asoma para agredir a las
notas escritas y formar una dura de armonía ruidosa. “Gilipollas ¿Qué te
creías? Creo oír… pero poco a poco todo vuelve a su cauce, las notas
se colocan en su sitio y acaba el disco
Reseña Escrita para Zona de
Jazz (www.zonadejazz.com) enlace: Reseña en Zona de Jazz
Editado por:
Clamshell Records - 2014 http://www.clamshellrecords.com/
Discordian Records - 2014 (coedición) http://discordianrecords.org/
Formación:
Pol Padrós: Trompeta
Iván González: Trompa
Josep Tutusaus: Trombón
David Parras: Tuba
Aleix Forts: Contrabajo
Guillem Arnedo: Batería
Grabado los días 29 y 30 de julio del año 2013 en: Teatre Ca
l’Eril y El Corral de Veciana
Jesús Mateu
@susmateu
Jesús Mateu
@susmateu
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