Arizona Baby
No Room
Island Cavall
+ Exposición Diego Ingold
Especial Gran Fiesta Molta Barra 7
años
Lugar: Sala Luna fiesta Gran Maraca Club
Fecha: Viernes 13
de marzo de 2015. 23:00
Descubrí a los Arizona Baby allá por el año 2009
buceando en la web de Subterfuge Records.
Fue un encuentro de placer, sin duda, pero no es hasta que los vuelvo a
escuchar en el año 2011 en el programa radiofónico Carne Cruda (presentando su proyecto paralelo Dos Bandas y un Destino que posteriormente pasaría a denominarse Corizonas, es decir, Arizona Baby + Los
Coronas) cuando decido comprar su segundo álbum Second To None (Subterfuge Records, 2009) edición en vinilo. En mi
opinión, el trío confeccionó lo que se podría denominar como “disco redondo”.
Todos los temas podían ser single
perfectamente. Rock, country y folk se entremezclaban en medio de mucha
potencia con tan solo dos guitarras y una batería. Pero el enamoramiento duró
poco. Una vez bien alimentado de esta segunda referencia llegó el “hasta otra” ¿La causa? Mi frenética y obsesiva
manía de querer abarcar demasiado (sabiendo perfectamente que no es lo suyo) posteriormente
publicarían el EP The Truth, The Whole
Truth and Nothing but The Truth (Subterfuge Records, 2012) y el pasado año
su último y flamante disco Secred Fires
(Subterfuge Records, 2014)
Me dispongo, en
solitario, como tantas otras veces, a clavarme los prácticamente cincuenta
quilómetros que me separan de Palma. Aunque está vez, tengo el placer de
encontrarme con el amigo José Luis Luna
que se encarga de las fotografías de esta crónica. Aunque es bastante
imperdonable, es la primera vez que asisto a un concierto organizado por el Gran Maraca Club (antes Jarana Club), local que desde que abrió en el
año 2011 ha albergado multitud de conciertos con artistas de lo más interesantes.
Algunos ejemplos: Pony Bravo, Lost Fills,
Za!, Guadalupe Plata, Ceremoney… efectivamente, apuesta clara por los
músicos tanto locales como de la península. Y es que hay que hacer un
paréntesis para hablar de la escena palmesana. En mi opinión, que puede ser
equivocada, diría que goza de muy buena salud al menos en lo que a proyectos y
espacios se refiere. Por una parte tenemos desde hace muchos años la sala Es
Gremi (antes denominada Sala Assaig), el mencionado Maraca Club, la sala Sabotage,
el Cultura Club, Sa Possessió… cada fin de semana hay mucho donde elegir. El
problema, para la gente que vive lejos de Palma, es la distancia y la gran
escasez de proyectos fuera de ciutat.
Esta noche, dentro del Especial Fiesta Molta Barra 7 años, actúan Island Cavall, No Room y Arizona Baby. Entre actuaciones, los DJ’s El Papa Negro, Conejo Manso y Niño Caracol seleccionan música para la fiesta, además de la exposición “Gente Muerta Sin Piel” del polifacético Diego Ingold.
Island Cavall, grupo que entra en última instancia en el cartel substituyendo a Monster Ones (baja por motivos personales) realiza un concierto realmente inteligente en su planteamiento. Con la difícil papeleta de ser el primer grupo de la noche, cargando con la frialdad inicial, tema tras tema captan la atención del público con su particular proyecto que camina entre el folk experimental y el rock con pinceladas de western. Buena capacidad para crear ambiente y envolver al público. Un acierto el uso de la distorsión en la voz del cantante y guitarrista que dota al conjunto de una sonoridad especial además de ser realmente curioso por lo visual, utilizan un híbrido entre micro y teléfono. Aunque tenía muchas ganas de ver a los Monster Ones, creo que el estilo de los Island Cavall tal vez sea más lógico (o adecuado) en el día de hoy
El inicio del concierto de No Room, con su cantante y guitarrista Nacho Valestrini en solitario, en cierta manera me recuerda a nuestro Luis Alberto Segura (L.A.) en sus apariciones acústicas. Puede que sea una influencia en su música. De todas maneras, el global del proyecto No Room está alejado de lo que es L.A. Se podría decir que su música contiene algunas características de la música indie, aunque también desprende buenos momentos de pop-rock, incluso hay algo de folk. A destacar la luminosidad que desprenden los temas. El conjunto demuestra muy buena compenetración y además, añade instrumentos como el violín y el banjo ofreciendo más riqueza de matices. Buen proyecto que espero que tenga continuidad. Puede gustar más o menos el estilo que practican, pero no se les puede reprochar la calidad musical, la energía que desprenden así como la rotundidad de los temas.
A las 02:30 de la mañana (aproximadamente), suben al escenario los tres integrantes de Arizona Baby. Y el concierto ofrecido por los vallisoletanos es lo que uno se espera. Tal vez incluso multiplicado. A través de su carismático cantante y guitarrista Javier Vielba, que ejerce nunca más bien dicho de predicador, van desgranando canciones que hacen las delicias del numeroso público “acercaos para que nuestros fluidos se mezclen”. Por cierto, hay un pequeño incidente poco después de empezar el concierto, Vielba rompe una cuerda de la guitarra que arregla rapidísimamente mientras el resto de la formación improvisa un “interludio” para la ocasión. Siempre es especial un momento que para el grupo puede ser inoportuno. Sigue el concierto y aunque servidor está terriblemente cansado por circunstancias evidentes como la hora y por otras personales, el disfrute es máxime por la desenfrenada avalancha de rock, folk, country, blues, western…. que recibo y que me producen felicidad y movilidad constante en mi cuerpo. De principio a fin, la energía que el grupo transmite, da fuerzas a los asistentes para que sus cuerpos ejerciten pequeños espasmos en sus articulaciones. En sus cuellos. Prácticamente una hora y media de excelente concierto. El hecho de que el trío se baste para encandilar al público únicamente con dos guitarras acústicas, una batería y la voz del predicador se sitúa entre anecdótico y reflexivo. Tanto con tan poco.
No quiero acabar la
crónica sin comentar la exposición de Diego
Ingold. Da la casualidad de que hace unos meses, visité por primera vez la
sala Sabotage para ver a The Last Dandies y en aquella ocasión ya
pude disfrutar de otra magnífica exposición del autor. Para esta ocasión,
presenta Gente muerta sin piel. “Hipotecado”
se podía leer en algunas de la obras. Y claro, podéis imaginar que la cara de
un hipotecado no es precisamente alegre. Nuevamente fuerte crítica al sistema a
través de la representación de la figura humana que se somete a las reglas.
Autor muy recomendable que, además de artista plástico, es actor de teatro en
el también, iba a decir recomendable, pero diré imprescindible Trampa Teatre.
Me despido con una
de las últimas frases de Javier Vielba de Arizona
Baby al final del concierto. Decía algo así como “Recordad, somos humanos, que no os conviertan en Robots”
Texto: © Jesús Mateu Rosselló, 2015
Fotos:
© Jose Luís Luna Rocafort, 2015
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