Dolphin’s Blues (Autoedición, 2014) es un disco romántico. Y no lo digo yo, sino los mismos autores en la descripción del proyecto. Romántico en el sentido de que el formato físico elegido para la publicación es mi venerado vinilo, que por lo que imagino, al final, será el único formato físico que perdure. Es verdad que actualmente hay una especie de moda de lo antiguo, la dichosa palabra hipster acude a mí, que por cierto, su primer significado se ha desvirtuado quedando en algo muy superficial. Pero esto es solo una parte de la nueva popularidad del formato. Ya hace muchos años que se viene gestando este retorno de manera muy escalonada. En definitiva, el sonido, el valor artístico, el tamaño, el ritual… no hay comparación posible.
Financiado a través de una campaña de micro mecenazgo Dolphin’s Blues es un LP grabado en directo en el café Mandacarú de Barcelona del que se han editado únicamente trescientas copias en vinilo más el formato digital. Y además, una vez finalizada la campaña, Albert Sanz explica que no va a poder encontrarse en Spotify por desacuerdo en las políticas de esta empresa hacia los músicos, así que más valor al vinilo y a la copia digital, aunque durante la redacción de esta reseña, me ha llegado información de que puede que haya reedición en vinilo y CD. (Por cierto, todavía quedan algunas copias en vinilo de la primera edición. Más información a pie de página)
“Me hace tener la sensación de estar tocando en el sofá de casa, sin presiones o prejuicios viciosos” son palabras de Fèlix Rossy, y estas son acertadísimas. Dolphin’s Blues son cuarenta minutos volátiles. La interacción melódica que desprenden los dos músicos forma cadenas de notas naturales, sin pulcritud, sin pretensión de ser. Poniéndome sentimental, se podría decir que la conjunción armónica que consiguen es un acto de amor al arte de hacer música. Están tremendamente cómodos, como si la palabra presión no fuera con ellos. Y todo ello, como es totalmente real, conjunta y es bello. Seis temas. Dos propios, “Dolphin’s Blues” de Fèlix Rossy y “Cheek’s Sauce” de Albert Sanz. De los cuatro restantes, temas de Wayne Shorter, Claude Debussy, Chico Buarque y Marvin Fisher & Jack Segal.
Albert Sanz, realiza un papel discreto. Matizo. Sus pulsaciones son las justas para crear esta sensación de relax total. Como ya he dicho, no hay presión, solo un simple hecho. Interactuar con Fèlix Rossy. Improvisar si es preciso, dejar espacios, intuir y pulsar a demanda de muchos factores. Sin entrar en la polémica eterna, afirmo rotundamente que este es un disco de JAZZ (acabo de entrar en ella). Sí, lo pongo con mayúsculas, y además, el mismo Albert Sanz me confirma que si lo tuviera que catalogar, no dudaría en colocar la etiqueta “jazz”. Ahora toca decidir a la gente si este disco tiene cabida en su definición particular.
Fèlix Rossy. Es bien evidente que la evolución de este trompetista es continua. Y lo más importante de todo, tiene un sonido propio, reconocible, que junto a su técnica, que no para de crecer, le permite salirse sin salir de los motivos melódicos haciendo que cada vez suenen diferentes. Así mismo, le permite improvisar con soltura y desarrollar ideas de gran inventiva. Desde que empieza el disco hasta que acaba está en estado de gracia. Pasea con tremenda (repito) comodidad y buen hacer dando a los espectadores del Mandacarú (y a nosotros) todo lo que hay dentro del él. No hay motivo para reservarse nada. Él percibe el ambiente, percibe a Albert Sanz, percibe su intuición, deja que su instinto intervenga sin ponerse obstáculos innecesarios y realiza una actuación para escuchar y re-escuchar, y una vez acabado, volver a escucharlo sin pulsar play.
“Esperamos repetir momentos como estos con vosotros” decían los autores en los agradecimientos del proyecto.
© Jesús Mateu Rosselló, 2014
Músicos: Fèlix Rossy (trompeta) y Albert Sanz (piano)
Composiciones: “Cheek’s Sauce” (Albert Sanz), “When Sunny Gets Blue” (Marvin Fischer & Jack Segal), “12 More Bars To Go” (Wayne Shorter), “Arabesque” (Claude Debussy), “Dolphin’s Blues” (Fèlix Rossy”) y “De Volta ao Samba” (Chico Buarque)
Grabado en directo en el Café Mandacarú de Barcelona
*Enlace para poder adquirir una de las copias del vinilo, mientras queden: http://albertsanzmusic.bigcartel.com/
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